La media hostia ahora es Scientia Futura

La muerte según Gore Vidal

Publicado por Ismael

Haz clic en la imagen para verla a su tamaño original.


«¿Por qué es tan importante perdurar después de la muerte? Nunca cuestionamos el hecho demostrable de que antes de nacer no existíamos. Entonces, ¿por qué tememos convertirnos una vez más en aquello que éramos al comienzo? No tengo prisa por partir. Pero considero la nada como justamente eso; nada. ¿Cómo puede temerse a la nada?» —Gore Vidal, Juliano el apóstata


Artículos relacionados







humanismo muerte gorevidal

Related Posts with Thumbnails

3 comentarios:

  1. Unknown dijo...

    Gran libro Juliano el Apóstata. Lo descubrí por casualidad y me sedujo desde la primera línea. Deberían estudiarlo en las escuelas, pero claro, tratándose de Juliano, "el Apóstata" y de Gore Vidal, "maricón", dudo mucho que nuestros políticamente correctos gestores educativos lo admitieran.

    En cualquier caso, gracias por recordárme que Juliano sigue ahí en la estantería, esperando una segunda lectura, que caerá este veranito, en la playa.

  2. Unknown dijo...

    ¿He escrito "recordárme"? Me autoflagelo por ello. :p

  3. Ismael dijo...

    Es un libro fascinante. Durante el siglo pasado los escritores americanos al nivel de Gore Vidal se cuentan con los dedos de la mano de un mapache. Las memorias de Vidal, Palimpesto, son fácilmente el libro favorito de casi cualquiera. El tío cuenta cosas como que se le secaba la boca chupándole la polla a Kerouac o que durante el rodaje de Ben Hur todo el mundo sabía que estaba escribiendo el guión de forma que Mesala y Ben Hur habían sido maricones de chavales excepto Charlton Heston, a quien era vital ocultárselo para que no abandonara el rodaje. Vidal explica de dónde viene su sexualidad, de las tardes en las que se mataba a pajas con un amigo pueblerino suyo, a veces cada uno con "la suya", a veces cambiando la mano. No para de contar que esa era la única forma de sexo que realmente le hubo gustado, y cómo ese chico es la persona a la que nunca hubo amado, con una sensibilidad que tira de espaldas. No nos queda Vidal para mucho tiempo y le echaremos de menos.