La media hostia

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Dicen que dijo Lou Reed en una ocasión que la nostalgia es como la caca: Sólo soportamos a lo que huele la de uno.

Con que tengas un par de direcciones de viejos compañeros del instituto, es posible empezar a tirar del hilo. Sólo mándales un email pidiéndoles que te envíen cualquier otra dirección de viejo compañero del instituto que tengan ellos. Una vez recibidas, vuelve a enviarles el mismo mensaje. Repítelo cada vez que consigas una nueva, a modo de cadena. El inconveniente es que, cuando íbamos al instituto, no existía el correo electrónico, ni nada mínimamente parecido, así que contactar ahora por este medio es muchísimo más complicado. Tampoco había móviles. Pero eso en el fondo no te exime de haber perdido esos viejos amigos. ¿A que serías capaz de recordar el teléfono de más de uno de ellos?



Tengo ahora en total doce direcciones, y espero ir consiguiendo más. También tengo una foto de la clase de 1ºP del instituto Móstoles V al completo. Este instituto después conseguiría un nombre, y ahora se le conoce como instituto Velázquez. Pero ese nombre a quienes fuimos los primeros pobladores del centro no nos dice nada: «¡We are the world, somos del cinco!»

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