La media hostia

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Durante un viaje a Calcuta en 1997, la documentalista británica Zana Briski visitó por primera vez el vecindario llamado Sonagachi, uno de los distritos más grandes, antiguos y deprimidos de la ciudad. Repleto de burdeles, durante al menos dos años Briski volvió con frecuencia al distrito para tratar de documentar la vida de prostitutas y propietarios de sus lugares de trabajo. Allí la fotografía era sólo un tabú más. Infrecuente es la presencia de occidentales en el lugar, más aún la de gente con cámaras.

Traduzco de Smithsonian:

Durante su trabajo, Briski quedó sorprendida de ver a los niños, la mayor parte de ellos hijos e hijas de prostitutas, rodearla fascinados por su cámara. Briski comenzó a enseñarles a tomar fotografías, impartiendo clases semanales y entregando a los niños cámaras baratas con las que experimentar. Sus instantáneas representan retratos de ellos mismos, de sus familias y de las calles que los rodean, capturando un mundo caótico tal y como los ojos de un extranjero jamás podrían hacerlo.

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