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Antes que nada, darle mi emocionada bienvenida a la blogosfera a Carlos, el cabrón de mi hermano, el Mick Ronson de Malasaña, el Cartier-Bresson de Pueblo Nuevo, un Dorian Gray con un fotolog por retrato.
La adolescencia es una ficción provocada por el exceso de hormonas en sangre. Siendo adulto uno es más como cuando niño. Pueden ustedes guardarse mi adolescencia donde les quepa.
Vía Guillermo, referencia al primer matrimonio homosexual celebrado en España. Enhorabuena a la pareja, a la que deseamos una larga y feliz relación o bien las bondades del también recién estrenado divorcio express. Ya lo tienen, por fin los homosexuales tienen perfecto derecho a no casarse, única y exclusivamente porque no quieren.
De Santiago sobre Sartre: «Que la existencia precede a la esencia, hermosa y falsa consigna que lanzó el sofista existencialista». Es hermosa por hermosa, no por cierta o falsa, es hermosa por venir de alguien feo de rostro —fotogénico como él sólo— y no menos feo de espíritu pero para quien el hombre siempre era lo primero: «Así pues, no existe la esencia humana, porque no hay Dios para concebirla». No parece que Sartre intentara refutar a sociobiólogo alguno, el tiro sin duda iba más arriba.
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Escribe Indigo: «Para evitar polemizar este post esta cerrado a comentarios.»
Por suerte, en Internet polemizan todos, los que quieren y los que pueden. Sobre lo que escribe, sólo apenarse de que las opiniones de quien todo lo que sabe de historia lo sabe por Ken Follet o similares queden así de mugrientas.
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Si son así con los suyos, cómo no van a ser como son con los del otro bando o con los de la otra, ehm, acera.
Dicen que Aznar ha hablado de «la retirada de Iraq después de que los terroristas cambiaran el gobierno». ¿Aznar ya no lee a Azaña? ¿Alguna vez Aznar ha leído a Azaña? ¿Sabe leer, Aznar?
Sobre terrorismo, fascismo, y otros vocablos que a fuerza de pervertir acabaremos vaciando de significado, nos recuerda el huevo Humpty Dumpty: «Cuando uso una palabra, significa sólo lo que yo quiero que signifique; ni más, ni menos».
De parte de Diego, una lista de sitios liberales que no son tales. No están todos los que son, pero los que están son...
La recomendación musical del día es My Life in the Bush of Ghosts, de Brian Eno y David Byrne. No, en el momento de su grabación no existía el sampler, así que puedes estar seguro de que cualquier manipulación en el sonido que escuches y que te parezca parida por Fatboy Slim fue ejecutada cortando y pegando trozos de cinta magnética. Un prodigio de inteligencia ambient mezclada con rítmica étnica, algo que una vez no fue un cliché. Artificio y sensibilidad a partes iguales.
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Contesto desde aquí a m-bcn:
No sólo la de la oposición. La diferencia en la reacción del propio gobierno también ha sido evidente, pero hay algunas diferencias más.
1. En el Reino Unido gobierna un partido laborista fuerte y la oposición la forman conservadores y liberales con mucho menos apoyo popular y mediático del que disfrutaban los socialistas españoles.
2. ETA e IRA no tienen nada que ver, o tienen que ver lo justito y nada más. A nadie se le ocurriría allí pensar que este o aquel partido británico podría verse favorecido por una acción de esta o aquella banda terrorista.
3. El atentado en Madrid tuvo lugar poco antes de unas elecciones, el atentado en Londres poco después —¿no era influir en el resultado de los procesos electorales la motivación de los terroristas islámicos?
Sobre los ejemplos propuestos:
1. Tanto la oposición al gobierno como sus medios afines comenzaron a exigir información actualizada al minuto ante la difícilmente soportable certeza de que lo que el gobierno contaba empezaba a tener poco que ver con las conclusiones de las fuerzas de seguridad.
2. De encontrarse ante la posibilidad o certeza de que Blair miente, no se tenga la menor duda de que tanto la oposición al gobierno británico como el propio pueblo no tendría el menor inconveniente en llamarle mentiroso y en exigirle responsabilidades. La cultura política anglosajona es mucho menos amable con quien falta a la verdad que otras incluida la nuestra, ¿recuerdan a Nixon?
3. Sólo un periodista español cuyo nombre no revelaré pero que se apellida Gabilondo habló de la posibilidad de terroristas suicidas, tardó dos días en desdecirse, y se ha excusado personalmente y públicamente en múltiples ocasiones a los dirigentes populares.
4. Las bochornosas concentraciones delante de la sede del PP durante el 13-M tuvieron toda la pinta de espontáneas. Si algún político de PSOE o IU tuvo algo que ver en su organización, es algo que nunca sabrá nadie. Si llega a saberse, por supuesto, ese, a galeras. Por cierto, que en los famosos medios afines conocidos agitadores como Santiago Belloch o Carlos Carnicero estaban más cerca de implorar a los manifestantes disolver la manifestación que de requierirles el lanzamiento de hortalizas.
5. Hubo imprevisión en Madrid y ha habido imprevisión en Londres. Está en los diccionarios.
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Leo sobre BookMeme 123.5, una simpática idea para bloggers atareados: Coge el libro más cercano que tengas a mano, abrelo por la página 123, busca la quinta línea y publica lo que encuentres, junto con las instrucciones.
En mi caso el libro ha sido El hombre rebelde de Albert Camus. No es extraño, este libro siempre lo tengo a mano. Lo fabuloso de mi caso es que lo que leo está insoportablemente vigente.
«Al menos hay que saber reconocer lo que obtiene de innoble. Cada vez que deifica el rechazo total de lo que es, el no absoulto, mata. Cada vez que acepta ciegamente lo que es y grita el sí absoluto, mata. El odio al creador puede transformarse en odio a la creación o en amor exclusivo y provocador a lo que es. Pero en ambos casos desemboca en el crimen y pierde el derecho a llamarse rebeldía.»
(Vía K-Government Blog)
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Arcadi Espada insulta la falta de inteligencia de algunos: «¿Podrían, por favor, decirme, aquellos que sostienen el propósito electoral del 191M, por qué Al Qaeda no atentó antes de las elecciones en Londres?»
Y a la manera de Mayra Gómez-Kemp, hasta aquí puedo leer.
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Finalmente, la sede designada para albergar los Juegos Olímpicos de 2012 fue Londres. Qué pensaban, el mamoneo no es exclusivo de la españolidad. Es más, el mamoneo anglosajón puede llegar a alcanzar cotas inimaginables para nosotros, modestos latinos donjuanistas. Diego confunde el motivo del fracaso. Si no ha podido ser, no habrá sido por no tener una reina en Bilderberg. Y no, algo como llevar a María Isabel tampoco habría servido de revulsivo.
No pensemos que no habrá nadie satisfecho por la pérdida del evento. Imaginamos la inmensa satisfacción de la equívocamente liberal Aguirre ante las sendas caras de culo de Gallardón y Zapatero. Ni Carod habrá dado palmas con las orejas de tamaña manera, seguro.
Al menos Gallardón ya no está solo. Un día antes, Piqué decidió unirse a los públicamente descontentos por la influencia del pepero rancio. Van y quieren una derecha civilizada, como la que le gusta a Polanco. Enemigos de España, todos.
Y de súbito, atentado en Londres. Y en estas, Alberto II de Mónaco pasa merecidamente a la petit histoire de las torpezas diplomáticas. O bien simplemente aún no tenía bien aprendida aquella lección tan de acá según la cual Al Qaeda y ETA no son lo mismo pero son igual. Los españoles no nos conformamos con una eventual dimisión del Comité Olímpico. Exigimos que abdique en Estefanía.
El en otras ocasiones incisivo provocador liberal en esta ocasión sólo acierta a desplegar el ingenio suficiente como para llamar a los terroristas «hijos de puta». Si sabe algo sobre la ascendencia de los autores de la masacre, bien haría en ponerlo a disposición de las autoridades. O bien es figurado. Esperen, también acierta a sugerir que Haro Tecglen será comprensivo con estos asesinos. Algunos equivocamente liberales son como perros de Pavlov y el niño republicano su campanita.
Dice ametralladora: «Opina libremente y anónimamente». Y el tío va y me borra mis comentarios. Pues nada, Parla es un bello lugar en el que residir.
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Va Moose y le da por crear graffiti limpiando la mierda de pasadizos y túneles. Ya sabes, como cuando escribes en el parabrisas sucio de un coche aquello de planta patatas. Algunas autoridades lo llaman vandalismo, y es que las herramientas de Moose son —tiemblen— una esponja y agua. Claro, algunas de sus obras son publicitarias y las realiza a cambio de —tiemblen de nuevo— dinero. El peor de los escenarios es enfrentarse a «un juicio tipo Monty Python donde la prueba A es líquido limpiador y la prueba B es un par de sus zapatos viejos.»
(Vía NPR)
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A raíz de ver la engañosamente inocente Atrápame si puedes, ya tuve ocasión de afirmar en una tertulia de amigos algo como que "en un mundo de directores advenedizos y pretenciosos, siempre nos quedará Spielberg". No es que me interese especialmente el último Spielberg. No es tampoco que me interese demasiado el inmediatamente anterior. Pero quien es responsable de al menos dos de las mejores películas de la década en la que comienza a hacer cine —en su caso Tiburón y Encuentros en la tercera fase— merece sin tapujo alguno el calificativo de superdotado.
Más sobre el primer, el último y el penúltimo Steven Spielberg en este artículo de Santiago Navajas.
Sobre Tiburón, estaba pensando sobre en cuántas de mis películas favoritas de todos los tiempos sale Richard Dreyfuss. Se me ocurren al menos tres.
Actualización: Haro Tecglen también escribe sobre la película. Es la visión de alguien más viejo y en las antípodas ideológicas de Santiago.
(Vía Cine y Política)
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Van a disculparme que un pocosexual como yo insista tanto sobre el tema, pero las polémicas circulares alrededor de la obviedad acaban cansando. La pescadilla que se muerde el pene.
En la legítima discrepancia contra la legalización del matrimonio homosexual y la adopción de niños por parte de parejas homosexuales, ¿Aquilino Polaino es la causa o es el efecto? ¿Alguien pretende convencernos seriamente de que la opinión que los sectores conservadores y ligados al catolicismo tienen sobre este tipo de cuestiones se deriva del dictamen de este o aquel psicólogo?
Es muy común entre los conservadores —no confundir con los auténticos liberales— tomar el nombre de la ciencia en vano, reparar en la existencia de la ciencia sólo cuando el resultado de tomarla en consideración conviene a unos intereses que no parten de la misma. Resultó tristemente cómico escuchar a César Vidal en televisión reclamando que, como no científicos, todos incluido él debemos automatizar nuestro respeto a las opiniones de Aquilino Polaino. Un respeto que, para César Vidal, Charles Darwin difícilmente merece.
