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Tan pronto como en 1983, Frank Zappa ya ideó un sistema para almacenar y distribuir música en formato digital. Internet no existía tal y como lo conocemos, así que Zappa pensó en utilizar el cable de televisión para la difusión del contenido.
Seguramente no pensó que más de veinte años después, una de sus proclamas tendría el mayor de los sentidos.
MUSIC CONSUMERS LIKE TO CONSUME MUSIC . . . NOT PIECES OF VINYL WRAPPED IN PIECES OF CARDBOARD
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Entre los escasos motivos para seguir utilizando Windows y actualizarse a Vista, la anunciada compatibilidad con Reason, seguramente el más cool software musical jamás editado sobre cualquier plataforma. Eso sí, Windows Vista se carga ReWire, y es necesario utilizar un instalador separado para recuperarlo.
Por supuesto, a falta de Reason para Linux —donde en realidad un software similar no es estrictamente necesario, ya que gracias a JACK todo Linux es un Reason a lo bestia, donde la salida de audio de cualquier aplicación puede conectarse a la entrada de audio de cualquier otra— también es posible utilizar Reason en un Apple con Mac OS X. Ya saben, la plataforma que convirtió a los PCs con Windows en antediluvianos.
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«Los comentarios en el programa de La Tarde con Cristina, en la cadena COPE, estuvieron ayer muy alejados de la caridad cristiana. Cristina López Schlichting se mostró indignada por los resultados de las pruebas analíticas del preso etarra Iñaki de Juana Chaos por “estar mejor que yo”, y la doctora Carmen Candela dijo, al ser consultada que “tenemos a este señor para rato”. Miguel Ángel Rodríguez corroboró, con sus comentarios, ese estado de incredulidad sobre la salud del preso.
La indignación de la conductora del programa, Cristina López Schlichting, y de sus acompañantes sobre los resultados de los análisis de sangre de De Juana Chaos transmitía la sensación de que estuviesen esperando un estado de salud mucho más delicado.
Así lo explicó la doctora Carmen Candela, endocrinóloga y colaboradora habitual del programa: “Está perfecto, creo que no lo quieren ni en el infierno, puede vivir in eternum”. Dijo sentirse “perpleja” y añadió que “tenemos a este señor para rato”. “Estoy endemoniada, no me esperaba una analítica tan estupenda”, señaló, para luego admitir que “me tendré que confesar por decir esto”.
López Schlichting dijo que De Juana “está mejor que yo”, porque confesó que ella tenía un poco de anemia. Y el que fue jefe de Comunicación del Gobierno Aznar, Miguel Ángel Rodríguez, se mostró también indignado porque los socialistas decían que “estaba a punto de morir”.
Se referían a los resultados de la analítica de Iñaki de Juana Chaos, en huelga de hambre desde hace 82 días, publicada el fin de semana por El Mundo. Y sobre los datos más negativos del análisis, el ácido úrico y el colesterol, comentaron que era debido "al jamón y al marisco" que comía el preso.»
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Desde Music thing, una vieja grabación en VHS de Stevie Wonder a los mandos de un Synclavier en el programa de Bill Cosby. Es decir, el más prodigiosamente superdotado de los músicos negros de todos los tiempos —inclúyase a los blancos también— a los mandos del Rolls Royce de la síntesis.
En la misma onda, Herbie Hancock y un Fairlight en el mismísimo Barrio Sésamo, seguramente una de las primeras demostraciones públicas de lo que puede hacerse con un sampler.
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«Ahora se identifica el liberalismo con el no intervencionismo público en los asuntos de la economía o, más en concreto, con el intervencionismo del Estado en favor de la economía privada. Pero el liberalismo tuvo en sus orígenes también un componente político, e incluso ético, asentado en un pensamiento dubitativo y antidogmático, lo que se traducía en una actitud cívica sosegada, respetuosa de los oponentes (e incluso de los enemigos, llegado el caso).
Quienes hoy se dicen liberales —en el mundo en general, pero en España muy en particular— están muy lejos de ese espíritu. Se acuerdan del liberalismo cuando hablan de asuntos como la OPA de Gas Natural sobre Endesa (son muy cosmopolitas y, en consecuencia, están empeñados en evitar que el centro de gravedad de la empresa pueda desplazarse a Cataluña, en lugar de irse a Alemania). Sin embargo, cuando se trata de política, lo que les priva es la descalificación sumaria de los oponentes, a los que toman invariablemente por pura basura y, en tanto que tal, fumigables.
Anteayer, Mariano Rajoy —que, para más inri, ni siquiera es el más extremista de estos seudoliberales— dijo que «ningún español normal» (¡sic!) podía ser partidario de las medidas que proponían varios fiscales y jueces en relación con la situación penitenciaria de Iñaki de Juana Chaos.
¡«Español normal»! Se desprende de ello que, para él, los jueces y fiscales partidarios de lo contrario, y —lo que es más grave— los millones de ciudadanos y ciudadanas que contamos con un DNI en condiciones y tenemos un criterio divergente sobre ese particular, somos anormales. ¿Y qué es eso de ser anormal? ¿Y qué penas accesorias conlleva?
Espero que el señor Rajoy no tenga ningún proyecto eugenésico preparado para nosotros, aunque no podría certificarlo, tal como están las cosas, y sabiendo de las prácticas corrientes entre los Legionarios de Cristo, incluidas las que se imputan al fundador de la organización.»
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Casi siempre parece que hablar sobre ETA te exige un doloroso cambio de repertorio. Por ejemplo, da igual cuál sea tu capacidad de razonamiento sobre el conflicto en el País Vasco y tu conocimiento de su historia: Hablar sobre ETA debe consistir en partirse la camisa, en buscar el insulto más apasionado y más aplaudible por la galería.
Así, resulta especialmente ingrato aludir al caso De Juana. El estado en pleno, gobierno y jueces, hizo el ridículo más espantoso ampliando su pena por el hecho de que el penado hiciese uso de su libertad de expresión. Que se sepa, ésta no deja de ser vigente por el hecho de estar uno en la cárcel. Muy hábilmente, el preso se puso en huelga de hambre. Ahora, con éste más o menos cerca de la muerte, el estado español en pleno tiene muy complicado explicarle al resto del mundo que en España no hay presos políticos. Cuando realmente hacía décadas que no los había.
Lo explica Javier Ortiz con su habitual claridad: «Y discrepamos, entre otras cosas, porque sabemos que De Juana cumplió la condena que le fue impuesta por sus crímenes, y que lo que ahora se le reprocha, y por lo que está encarcelado, es por haber escrito dos artículos de prensa que, comparados con las lindezas que se oyen todas las mañanas en algunas radios, resultan casi de broma.»
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Avisa por la mañana a las nueve José Luis García del Busto, en su programa Música y Más, en Radio Clásica que se trata de su antepenúltimo programa. Explica que ha sido alcanzado por el expediente de regulación de empleo en RTVE. Claro, uno sospecha que cualquier locutor de Radio Clásica podría perfectamente presentar Mira Quién Baila —por supuesto Fernando Argenta y Araceli González Campa podrían más que sobrados— mientras que me cuesta imaginar a Anne Igartiburu presentando los Clásicos Populares. Y apuesto a que con el sueldo de la rubia se paga el sueldo de diez de Radio Clásica. Pero ya se sabe que todo es cuestión de prioridades.
Yo al menos a García del Busto voy a echarle mucho de menos. Su programa empezaba todos los días tras dejar a Rebeca en la oficina, y me acompañaba durante la ardua tarea de buscar plaza de aparcamiento. La selección de piezas siempre ha sido magnífica y he descubierto a muchos músicos clásicos gracias al programa. Por supuesto también se puede buscar plaza de aparcamiento escuchando a los tertulianos de Carles Francino, pero no es lo mismo.
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«Esta noche tenemos el honor de tener en el jurado al director de la academia, Kike Santander, quien como cada fin de mes nos visita, para recoger no sé qué.»
Ya sé que recuerdas los noventa, con tanto cariño como incluso añoranza («tied to the nineties» que ya cantaban Travis por aquella época). ¿Cuál es para ti el disco más noventero de todos los discos noventeros, el paradigma de la década? Es decir, si dentro de diez años un novatillo te pregunta «¿cómo eran los noventa?» ¿Qué disco le pondrías?
Yo voto por este. Primero, claro está, porque resulta estar encima de mi mesa ahora mismo. Pero también por lo que es el disco por dentro: Coge algo tan noventero como la Blues Explosion de Jon Spencer y pásalo por un turmix aún más noventero como remezclar sus temas por parte de UNKLE, Wu-Tang Clan, Beck, Moby o Dub Narcotic.
El resultado a mí a estas alturas aún me mueve de la silla. Y me pasa con pocos.
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De un comentario en el libro de visitas de la web del pasado mundial de fútbol celebrado en Alemania:
«De seguro será una gran fiesta, la algarabía en los estadios y calles rebasarán las fronteras, y es que el fútbol hermana a los pueblos y nos transmite vivas esperanzas de que el mundo puede ser aún mejor. De hecho prefiero estar al son de la samba brasilera. En realidad sea cual fuere el ritmo, la alegría será contagiante y las emoción incontenible..»
Claro que sí. Por ejemplo, sin ir más lejos, se anuncia en Telemadrid que este fin de semana Frente Atlético y Ultras Sur, tan irreconciliables en sus planteamientos deportivos, han quedado para ir juntos a Alcorcón a apalear sudacas.
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Si eres ciudadano británico, puedes firmar esta petición para que tu gobierno prohíba fabricar, vender y tocar la batería. Errónea petición, cuando lo lógico habría sido prohibir a los que tocan la batería.
En Music Thing afirman que ya son 1.328 las firmas reunidas. No sé si lamentar no ser británico o exigir a Zapatero que se deje de mandangas y se dedique a lo que realmente interesa al país.
Actualización: La petición se refería a prohibir las trampas para pájaros, snare en inglés. También yo piqué en la broma.
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«hoygan.info es la Real Academia del Español Ofuscado.
Si tienes un weblog, o si visitas algún foro seguramente te habrás encontrado con mensajes llenos de faltas de ortografía...
¡Comparte el dolor de tus ojos! Envíalos para humillación pública en la plaza, así todos podremos conocer, votar y publicar nuevos y emocionantes hoygan.»
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«¿Qué dirías si te dijera que si no actuamos, 43.000 americanos morirán este año por culpa de ataques terroristas?»
«¿Qué? ¡Hemos de hacer algo! ¡Cerrar los aeropuertos! ¡Cerrar las fronteras! ¡Llevar a todos los árabes a campos de concentración! ¡Suspender la constitución! ¡Mejor, ejecutemos un ataque nuclear contra cualquier país que no sea América! ¡Debemos estar seguros!»
«Bien, ¿y qué si te digo que es el número de americanos que muere cada año por accidentes de tráfico?»
«...»
«Eh, si condujéramos más despacio y dejásemos de hablar por el móvil, ¡los terroristas habrían vencido!»
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De una reseña del sintetizador Korg Karma: «Current famous users include Rick Wakeman, Phil Collins, Adam Holzman, Herbie Hancock, Peter Gabriel, Greg Phillenganes, Pete Townshend, and Keith Emerson.»
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«Hace un par de años decidí que me iba a dedicar a leer y responder a todo el spam que recibiera. Como es lógico no fuí capaz de cumplir mi promesa por mucho tiempo, pero durante unas cuantas semanas lo intenté.
Haciendo balance ahora, reconozco que fue maravilloso sentirse amigo de cientos de cirujanos plásticos, sexólogos, prostitutas adolescentes de todos los lugares del mundo, vendedores de drogas legales, ilegales e inexistentes, extraperlistas y prestamistas de toda ralea.
En mis respuestas, a pesar de rechazar todos sus ofrecimientos, no dejaba escapar la ocasión de agradecerles su interés por mi calvicie incipiente, el tan poco espectacular tamaño de mi pilila, la intensidad y duración de mis erecciones, mi preocupante monogamia unida a mi fobia a viajar, lo pedestre de mi gusto por el alcohol, el tabaco, la coca cola zero y el lorazepam como estupefacientes y lo preocupante de mi estado financiero (que es lo único en mi que no ha cambiado nada desde los 10 años).
Nunca me devolvieron los mensajes. Ni falta que hizo. Saber que durante unas semanas habité en el mismo universo que Dale Driscoll, Bernardine Ali, Viviane, Tarafah, Consuelo Vazquez, Carmella Blankenship y cientos de pseudónimos generados por dios sabe qué programa de mierda, me reconforta.»
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En estos mismos instantes o hace sólo unos minutos, me ha dado tiempo a ir a mear dos veces entre que he encendido el ordenador y que ha arrancado del todo y Firefox ha quedado abierto y listo para su uso. Hablamos de un PC con procesador AMD a 1,3 GHz y 512 MB de memoria, corriendo Microsoft Windows 2000 Service Pack 4. Es decir, ni lo último ni lo penúltimo pero no más allá de lo antepenúltimo. ¿Mérito de mi próstata o demérito de la plataforma?
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Me pasa con las cámaras fotográficas compactas digitales: No me importan los megapíxeles, me resulta mucho más importante cómo de rápida es la cámara y cómo de buena es la óptica que incorpora. De ahí que cualquier catálogo de cámaras de cualquier tienda no me sirva para nada y casi siempre tenga que comprar a ciegas o guiándome por la marca —pensando por ejemplo que si compro Sony, Nikon o Canon no puedo equivocarme pero si compro Panasonic igual me la pego—.
En el caso de los reproductores digitales de audio —emepetreses que los llaman algunos— ocurre lo mismo: No verás nunca como reclamo para la compra de ninguno de ellos el hecho de que su calidad de conversión y el nivel de salida de audio sea bueno. Importan los gigas y que sea o no blanco.
La última moda es utilizar los teléfonos móviles para oir música, algo para lo que no han sido diseñados. También había quien usaba los teléfonos viejos, los de góndola, como consolador. Tampoco habían sido diseñados para eso pero también quienes le daban ese uso estaban tan contentos.
En GOLEM Blog sugieren por qué no escuchar a Amaral por el teléfono móvil y abundan en una idea que yo también tengo desde hace mucho tiempo: El CD fue la cumbre en lo que se refiere al disfrute del audiófilo y desde entonces utilizamos formatos digitales para oír música cada vez más complicados en los que la música se oye cada vez peor.
Así me va a mí que a estas alturas sigo prefiriendo el minidisc. Que sí, que sólo caben setenta minutos de música. Pero esos setenta minutos se oyen como Dios manda, o al menos como Dios sugiere.
Algunas de las que se muestran están entre mis favoritas de todos los tiempos. Hoy me quedo sólo con una, con el retrato de Ghandi por Margaret Bourke-White, con la rueca, símbolo de la lucha hindú por la independencia, en majestuoso primer plano. Ghandi fue asesinado poco menos de dos años después.
De acuerdo con un comentario al artículo, en efecto en realidad las fotografías no cambian el mundo. Las fotografías sólo cambian a las personas. Después, son las personas las que cambian el mundo.
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José Fernando que es gerundio nos ha regalado a todos sus amigos más cercanos una recopilación de lo mejor del pop y del rock durante el pasado 2006. No sé si los ha ordenado de alguna forma, si se trata de un hit-parade. En tal caso, chapeau por el número uno elegido: Lordi, esos que este año convirtieron Eurovision en algo que antes nunca había sido Eurovision.
Por lo demás, entre otras muchas cosas, ración doble de Meat Loaf con Andrew WK de postre —todo muy del gusto de Jose, por supuesto—, Timberlake y Williams o la definición de macho según el nuevo siglo, y Scissor Sisters, quienes convirtieron el glam rock en algo pinchable en Alonso Martínez.
1. Lordi, Hard Rock Hallelujah 2. Robbie Williams, Lovelight 3. Electric Six, Infected Girls 4. Cheap Trick, Perfect Stranger 5. Pearl Jam, World Wide Suicide 6. Muse, Supermassive Black Hole 7. Wolfmother, Mind's Eye 8. Meat Loaf, Monstro 9. Meat Loaf, Alive 10. Andrew WK, You Will Remember Tonight 11. Jean Roch, God Bless Rock'n'Roll 12. Eagles of Death Metal I Want You So Hard (Boy's Bad News) 13. Ministry, Señor Peligro 14. The Legendary Shack Shackers, South Electric Eyes 15. Scissor Sisters, I Don't Feel Like Dancing 16. Gnarls Barkley, Grazy 17. Justin Timberlake, Lovestoned/I Think She Knows 18. Mastodon, This Mortal Soil 19. Danko Jones, Invisible 20. Disco Boys, I Came For You
Como hace tiempo que no sigo esta música, hago mía su lista. ¿Y la tuya? ¿Cuál es tu top 20 del pasado año?
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Ya sabes lo que son las patentes, ese invento francés pensado para proteger la innovación que otros en tiempos recientes pretenden convertir en un invento distinto pensado para proteger otra cosa.
Dado que ahora existe Google Patents, tienes la posibilidad de remontarte incluso cientos de años atrás y encontrar las patentes originales de todos los objetos de tu día a día. Si como yo eres una especie de pirado de la tecnología musical, te encantará encontrarte con la patente de Robert Moog para el filtro de su mítico sintetizador, la patente de John M. Chowning para la síntesis digital FM que le premiaría con un buen trozo de la millonada que ganaría Yamaha vendiendo DX7 y derivados durante los años ochenta, la patente de Leon Theremin —¡de 1925!— para ese mítico instrumento musical que se toca moviendo las manos y que haría más tarde las delicias de tipos tan diversos como Brian Wilson y Jon Spencer, o nada menos que las patentes de las pastillas que convierten una guitarra en eléctrica, gentileza de Leo Fender y Les Paul.
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