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Ayer mismo nuestra admirada Selección Española de fútbol hizo un nuevo ridículo perdiendo por 3-2 en su visita a Irlanda del Norte, nación con una selección nacional de cuarta fila —siendo incluso generosos en el reparto de filas.
¿Podrá ser alguna vez España Campeón del Mundo de fútbol? Posiblemente. La primera medida urgente, dado que la dimisión o el cese del entrenador raramente suele ser una decisión ni acertada ni eficaz, es forzar la dimisión de algunos futbolistas, principalmente Raúl, Salgado, Torres o Albelda. La segunda medida es llevar al banquillo al resto de titulares ayer, y salir al campo con éstos de abajo.
Saliendo al campo con su medalla de oro al cuello y su Premio Príncipe de Asturias en el bolsillo, no habrá equipo que se resista a sus goles de tres puntos.
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