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El contenido de la última entrega del Playboy Portugal ha sido para algunos un homenaje sincero al recientemente fallecido José Saramago, y para otros nada más que oportunismo descarado. Ahora nos cuentan que la revista ha sido cerrada por «blasfemia», con lo que irremediablemente nos apuntamos a pensar lo primero.El crimen ha sido repensar la novela El Evangelio Según Jesucristo en forma de porno soft-core. Curiosamente el cierre no es responsabilidad de las autoridades portuguesas, sino de la empresa matriz, Playboy Enterprises, desde los Estados Unidos.
Playboy parece haber cambiado mucho desde que su símbolo era George Carlin, el gran maestro del humor humanista y ateo.
El reportaje recuperaba al Cristo carnal y mundano de Saramago; pelo largo, barbas, y ropas radiantes, siempre en compañía de mujeres en top less. Dos de ellas disfrutan de un momento de atracción lésbica, otra lee un libro, una cuarta parece ser una prostituta deseando al mesías como cliente. La última, en portada, parece haber muerto en los brazos de Cristo.
Se cuenta que Saramago recibió la inspiración para escribir el libro a partir de una ilusión óptica. En un quiosco creyó leer el título del libro en un titular. Continuó su paseo pero necesitó volver intrigado para confirmar haberlo leído. A la vuelta, cuenta, la palabra Jesús no aparecía por ninguna parte.
«En ese momento pensé que sería interesante, a partir de esta ilusión óptica, que esto podría darme origen a un relato, señaló. La idea fue tomando cuerpo tras su visita a la pinacoteca de Bolonia, en Italia, donde viendo algunas pinturas «se me presentaron algunos momentos fundamentales de la obra», hubo indicado.
De Saramago nunca me gustaron sus críticas obsesivas al estado de Israel. Hay muchos y muy buenos motivos para criticar a su gobierno, y yo mismo lo hago habitualmente, pero ninguna para poner en duda la existencia del único y necesario bastión de Occidente en el Oriente Próximo. Su laicismo en cambio siempre fue sincero y nunca voy a dejar de admirarlo.
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