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Mark Hennessy
Conservador religioso y político, y residente en el corazón del Cristianismo Evangelista en América, Daniel Lopez pondera con suavidad la posibilidad del fin de los tiempos si Barack Obama llega a ser presidente.
«Cuando pienso sobre ello, llegan a mi cabeza las profecías de la Biblia al respecto» dice Lopez, sentado a la sombra fuera del cuartel general del Focus on the Family en Colorado Springs, Colorado.
«Por una parte, es excitante para nosotros los religiosos, porque por fin podremos ver realmente lo que Dios hubo profetizado que sucedería. Pero por otra parte es frustrante ver llegar a presidente a un simple mentiroso».
Lopez y su familia se mudaron hace tres años desde California a Colorado Springs, tal y como han hecho durante las últimas dos décadas miles de Cristianos Evangelistas, y más de 100 de sus iglesias.
Sin embargo, la organización religiosa más influyente en la ciudad no es una iglesia como tal, sino el reluciente complejo Focus on the Family establecido por James Dobson, una de las figuras más influyentes en América.
Cada año, emite para 200 millones de conservadores religiosos dentro y fuera del país, y reina por completo en Colorado Springs desde que el pastor Ted Haggard cayo en desgracia después de descubrirse que había consumido drogas y pedido los servicios de prostitución masculina.
La experiencia de Haggard, y la sospecha de que la prensa resulta demasiado liberal, significa que los Evangelistas no congenian con los periodistas, incluso con los más educados. «No, señor, me temo que no puede usted hablar con nadie. Están atendiendo una reunión sobre la homosexualidad y no puede molestarles. Es un tema muy sensible, ya sabe» le dijo un representante de Focus on the Family amablemente pero con firmeza a un periodista de The Irish Times.
Los evangelistas creen que el mundo se abalanza hacia una marea mugrienta de promiscuidad, homosexualidad y el triunfo del relativismo.
Hace ocho años y de nuevo en 2004 los Evangelistas, quienes reunen a la cuarta parte de la población americana, ejercieron una gran influencia política y fueron cruciales en la elección de George W. Bush.
Todavía son influyentes, y pueden desde luego ser considerados por el candidato republicano a la presidencia John McCain y por la gobernadora de Alaska Sarah Palin como aliados.
Durante la batalla por la nominación republicana, el disgusto de los evangelistas con McCain era evidente, con Dobson llegando a decir que estaba convencido de que el senador por Arizona no era realmente un conservador.
«De hecho, ha dejado el camino recto y se ha burlado de quienes lo siguen. No puedo y no voy a votar por el senador John McCain, por simple conciencia» declaró.
Las cosas han cambiado desde entonces y Dobson, enfrentado a la inaceptable perspectiva de un liberal en la Casa Blanca, ahora dice «apoyar» la campaña de McCain, aunque no se siente capaz de comprometerse. «Es probablemente obvio cuál de los dos principales candidatos resulta más aceptable para aquellos de nosotros que mantienen un punto de vista pro-vida y pro-familia» escribió Dobson en un email semanal a sus seguidores.
Palin, por otra parte, sí es del gusto Evangelista. La pasada semana, la candidata a la vicepresidencia, una evangelista, fue entrevistada por Dobson durante 20 minutos en su programa de radio, el cual tiene 1,5 millones de escuchas. Al describirse a sí misma como una «pro-vida hardcore», Palin se dio la confianza de decir que «poniendo esto en manos de Dios nos aseguraremos de que el próximo 4 de noviembre pase lo mejor para América».
Las principales quejas de los evangelistas sobre McCain son que no apoya las prohibiciones constitucionales sobre el matrimonio gay y el aborto, y que apoya las investigaciones con embriones. Son tres prohibiciones que forman parte de la política oficial del Partido Republicano, y Palin aseguró a Dobson que McCain las ejecutaría si el dúo vence en las elecciones. «Lo creo así desde el fondo de mi corazón».
Según transcurre el tiempo, los evangelistas aún esperan que McCain gane en Colorado, particularmente porque un referendum en el estado para garantizar que cualquier óvulo fertilizado sea considerado una persona podría activar el voto conservador. Pero la elocuencia de Barack Obama, la calidad de su campaña, y la sensación de que el nuevo tiempo en la política americana corre en contra de ellos ha desconcertado al movimiento Evangelista.
Temerosos en varios frentes, pero particularmente por Israel si vence Obama. James Borja, un joven pastor, dice que «ahora mismo somos una de las pocas naciones que les apoyan. Tienen derecho sobre aquellas tierras, no importa que las reclamen los árabes. Si nuestro apoyo termina, será el fin de Israel y el principio del fin de América».
«Realmente, la Biblia dice sobre Israel; bendeciré a aquellos que te bendicen, y sanaré a los que te sanen».
Pero Borja se teme que muchos americanos actuarán como su suegro en los últimos días de la campaña. «Siempre ha votado Demócrata, un unionista de toda la vida. Pero ahora dice que votará Republicano. Dice que no puede votar con el bolsilo, que quiere votar con la conciencia».
El futuro, sin embargo, ya está escrito, dice James Krause, quien no está de acuerdo con que los Evangelistas tengan razones para temer que un Demócrata llegue a la Casa Blanca. «Dios lo tiene todo en su mano, no tengo ninguna duda de que lo que suceda el 4 de noviembre será su decisión».
Visto en The Irish Times vía RichardDawkins.net. Foto de Gaming Today.
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