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Colin Blakemore es neurobiólogo. Su defensa de la investigación para la curación de problemas visuales con animales —aún oponiéndose a su uso para pruebas con cosméticos— le hace uno de los científicos más odiados por la opinión pública de toda la Gran Bretaña. En este artículo se anticipa al posible descubrimiento de un gen que explique qué nos hace susceptibles a las creencias religiosas. El «cómo» definitivo que anulará los «por qués» que aún sugieren que la religión es útil. La traducción es de Ismael Valladolid, editor de La media hostia.
Colin Blakemore
No es sorprendente que cualquier avance pivotal en la ciencia provoque metáforas religiosas. El descubrimiento de Crick y Watson transformó nuestra forma de ver la vida, de la manifestación de una magia espiritual a un simple proceso químico. Una victoria terrestre en la partida de ajedrez metafísico que libran la ciencia y la religión.
En esta partida, la Teoría de la Evolución de Charles Darwin fue sin duda una jugada magistral. Si no un jaque mate. En una entrevista para God and the Scientists, emitido en una serie de documentales sobre el Cristianismo en Channel 4, Richard Dawkins declara que «Darwin eliminó el principal argumento de la existencia de Dios».
Por supuesto, no era la intención de Darwin. En 1827 viajó a Cambridge para iniciar estudios religiosos. Pero en 1938, con la plétora de experiencias adquiridas de sus viajes en el Beagle, Darwin concibió la idea de la selección natural, de que la supervivencia del más apto había creado nuevas especies. Aún después de aceptar su propuesta de matrimonio, Emma, la prima de Darwin, y Unitariana estricta, ya sabía que sus teorías heréticas llevarían a su separación para toda la eternidad.
Darwin agonizó por más de 20 años antes de publicar El Origen de las Especies, y otros dos antes de escribir que «el hombre debe ser incluido con el resto de los seres orgánicos al escribirse una conclusión sobre cómo apareció sobre el planeta». En las palabras finales de su trascendente libro, Darwin tampoco pudo evitar la metáfora religiosa. «El hombre, con todas sus nobles cualidades, con un intelecto digno de un dios que ha penetrado en la formación y el funcionamiento del sistema solar, con todo su exhaltado poderío, el hombre aún transporta en su cuerpo la indeleble estampa de sus bajos orígenes».
A pesar de la relación amor-odio entre ciencia y Cristiandad, la idea de que la racionalidad humana es un regalo de Dios ha sido utilizada frecuentemente como justificación, o incluso como excusa, para las investigaciones científicas. El Papa Benedicto XVI ha ido más allá, y en un discurso ofrecido en la Universidad La Sapienza de Roma el año pasado —con la oposición del equipo académico— argumentó que «si la razón se muestra sorda al gran mensaje que llega de la fe Cristiana y su sabiduría, se marchitará como un árbol cuyas raíces ya no alcanzan el agua que le da la vida». ¿Qué demonios estaba sugiriendo el Papa? ¿Que sólo los Cristianos pueden ser buenos científicos. A la mierda Pitágoras. A la mierda Galileo. A la mierda Einstein. A la mierda Crick.
La ciencia suele alborotarse ante un panorama de explicaciones divinas, e intenta provocar la rendición de la Iglesia. Los líderes Cristianos, e incluso la Iglesia Católica, generalmente se han enfrentado a los descubrimientos científicos utilizando la excomunión. O la hoguera.
Me quedo atónito al descubrir las reacciones que aún provoca el tema de Galileo en el Vaticano, así como la resistencia de los Cristianos a las ideas científicas que desafían las escrituras. Más de la mitad de los norteamericanos e incluso una tercera parte de los británicos realmente cree que Dios ha creado a los hombres tal y como son ahora.
El proceso de acomodación Cristiana aún parece el destino de ardillas enfrentándose a una cosechadora automática, intentando continuamente esconderse entre el trigo aún sin cortar.
Hace unos días, durante el aniversario de Darwin, Richard Dawkins, Arzobispo del Ateísmo, y Richard Harries, antiguo Obispo de Oxford, llevaron a cabo una conversación pública en el Museo de la Universidad de Oxford, donde ya en 1860 debatieron el Obispo Sam Wilberforce y el defensor de Darwin, Thomas Henry Huxley. Los dos Richards se comportaron de forma más civilizada. Pero inevitablemente Harries reclamó para la religión un territorio que no se le permita a la ciencia invadir. Una guarida completamente segura para las ardillas. La ciencia se demuestra brillante respondiendo a las preguntas que comienzan con un «cómo», pero la religión es la única respuesta a las que comienzan con «por qué». Y a lo largo de la historia la humanidad se ha preguntado «por qués» realmente complejos.
Es cierto que las creencias espirituales son universales, casi definen la humanidad como lo hace el lenguaje. Pero la universalidad del lenguaje y el hecho de que partes del cerebro humano estén claramente especializados en el lenguaje sugieren que son nuestros genes los que nos dan esa capacidad. ¿Sucede lo mismo con la religión?
Un escáner cerebral ha mostrado que ciertas partes del cerebro se activan cuando la gente reza, mira imágenes de la virgen maría o en general sufre experiencias religiosas. Harries afirma que «no sería sorprendente que Dios nos haya creado con facultades físicas para la creencia».
Pero hay otra interpretación, una que eventualmente llevaría a completar la cosecha científica.
El ser humano es un animal supremamente social. Reconocemos a la gente y juzgamos sus sentimientos y sus intenciones a partir de sus expresiones y acciones. Nuestros pensamientos sobre nosotros mismos y las palabras que utilizamos para describirlos incluyen casi siempre deseos. Nos sentimos timoneles de nuestras acciones y libres para elegir. Para pecar.
Sin embargo, cada vez más, quienes estudian el cerebro humano ven que nuestras experiencias, incluso nuestras intenciones, son comentarios ilusorios sobre lo que nuestros cerebros en realidad ya han decidido hacer.
Así que posiblemente los humanos venimos de fábrica con un falso modelo de nosotros mismos, que funciona razonablemente bien a la hora de predecir el comportamiento de los demás. La creencia de que nuestras acciones son el resultado de intenciones conscientes. ¿No será la creencia en fuerzas sobrenaturales, en agentes espirituales que controlan el mundo físico e influencian nuestros juicios morales, una extensión de esa falsa lógica, un error de concepto en realidad no más significativo que una ilusión óptica?
Dudo sobre todas esas preguntas «por qué». ¿Por qué estamos aquí? ¿Por qué sabemos distinguir entre lo que está bien o está mal? Probablemente no tienen sentido, o simplemente podemos transformarlas en ese tipo de preguntas «cómo» que la ciencia contesta tan bien.
Cuando entendamos «cómo» nuestros cerebros generan las ideas religiosas, y qué proceso Darwiniano nos ha llevado a procesos así, ¿qué le quedará a la religión?
Visto en Science is just one gene away from defeating religion publicado en The Observer vía RichardDawkins.net.
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humanismo religion iglesia dios ateismo ciencia evolucion
Me sorprende que este hombre no sepa donde está el gen religioso... qué raro... todo el mundo lo sabe: está cerca del gen que hace que te rias de cosas que dañan a los demás (como camisetas de vígenes y esas cosas), justo pegado al gen de "es más divertido intentar destruir que trabajar por aportar soluciones alternativas para un mundo nuevo".
Ánimo en la búsqueda. Cuando lo encuentres, me llamas.
El gen de las camisetas de vírgenes seguro que no lo tiene la mosca del vinagre. ¡Viva la evolución!
Si encontrar gracioso algo que sabes de antemano que hace daño gratuito a la gente te parece evolución ... guárdame un cachorro.
El humor no hace daño.
Si lo hace cuando juegas con cosas importantes. No conoces lo que es la Fé y crees que porque tu no le des importancia no la tiene ni tiene porqué tenerla para el resto del planeta.
Por cierto ¿cómo verías que en el próximo comentario alguien haga un chiste sobre tu madre y algo relacionado con un culo?
Esto sobrepasa el ateismo, Ismael. Es simple respeto humano, no es una tema de ideas ni de religiones ni nada.
Y dale. A ver. Ciertas cosas no me gustan, procedentes de alguien tras un pseudónimo estúpido. Mi dirección de email está en el panel lateral. Mi teléfono móvil en la sección Contacto. Mándame un mensaje con tu nombre y apellidos pidiéndome que retire la página que tanto te ha ofendido y tardo minuto y medio de reloj en hacerlo.
Si haces un chiste sobre mi madre, más te vale que sea bueno. La virgen María no es tu madre. Probablemente ni siquiera ha existido.
Je je je, disculpame por creerme con derecho a contestar tu comentario. No sabia que en tu mundo "el humor no hace daño" era un axioma.
Ismael,no eres nadie para pedirme que me identifique. Que tu pongas tus datos es problema tuyo, no crees? A mi qué me cuentas?
Me importa un pepino bien grande que quites o no la imagen. Te voy a decir algo que te va a sorprender: no esoty en contra del ateismo. Respeto el derecho a vivir una vida sin Dios. Sí estoy en contra de este "ateismo burlon" de la risa fácil y el insulto a flor de piel.
Por cierto, desde mi "estupido" pseudónimo expongo mis ideas. Que te gusten o no ya no es algo que yo no puedo controlar. Lo que si es un tema mio es el decoro y el civismo y en ningun momento te he faltado o insultado. En ninguno.
Y si no te gustan mis comentarios tu sabras lo que haces que para algo el blog es tuyo y yo un simple invitado.
Por cierto, ¿dije yo que iba a hacer un chiste sobre tu madre? ... me parece que no. Te pregunté sobre qué te parecería si "alguien" lo hiciera. Veo que no te importa. Bueno, si no eres capaz de respetar ni a tu madre ¿como puedo pretender que lo hagas con la mia, verdad?
Y sobre el tema de mi madre, mira Ismael, quien sea mi madre y la existencia o no de ella es único y exclusivamente problema mio. No necesito a nadie como tu que me "ilumine" con las verdades de la vida jajaja (aunque se que lo haces con buena intencion, lo cual no creas que no agradezco)
Pues claro que respeto a tu madre. Y a ti te adoro, eres uno de mis comentaristas más fieles. Dejad de meterme ya caña hoy, ¿vale? :)
"No conoces lo que es la Fé y crees que porque tu no le des importancia no la tiene ni tiene porqué tenerla para el resto del planeta.
Esto sobrepasa el ateismo, Ismael. Es simple respeto humano, no es una tema de ideas ni de religiones ni nada."
¿Cuándo ha respetado el cristianismo al resto de no creyentes, a lo largo de la historia?
Respeto humano, lo predicáis ahora? después de 2000 años? Después de una Revolución y una Ilustración, a la que la ICAR atacó con todas su fuerzas?
Venga ya!!! Abanderados de la hipocresía, es lo que sois. Contrabandistas del miedo. Oportunistas y medradores...
salu2 Ismael, tu blog es muy bueno sigue así.
PD: Prometeo vaya nick para un creyente, sería mejor el de Torquemada (ese así defendía "A MUERTE LA FE).
un poco loca la reseña de los comos y los porqués, siendo los porqués el origen de todo proceso cientifico... por que el sol va y viene canda cierto numero de horas, porque el sol se oscurece en pleno dia, porque cae una pepa a la tierra y luego se ve salir una plantita...la religion siempre estara alli, porque el hombre tiene en su naturaleza hacerse uno con el universo que lo rodea y necesita hacer parte de....lo bueno de Dios es que nos e molesta en discutir contigo si existe o no.
Yo sin ninguna gana de polemizar, si que queria puntualizarle a Prometeo que en mi opinión, se puede respetar algo (o a alguien) y hacer bromas sobre ello. Recuerda: "No hay nada tan serio que no se pueda decir con una sonrisa".
Cambiando un poco de tema, veo que aqui os debatís entre creyentes y ateos. Mi opción personal es el agnosticismo, ya que si bien no tengo ninguna prueba irrefutable de la existencia de Dios, mis limitaciones humanas (no soy omnisciente) me impiden afirmar sin singún genero de duda la no existencia de Dios (o dioses).
Yo creo que la idea de Dios que manejamos los seres humanos esta condicionada por nuestras limitancias. No somos capacez de imaginar una entidad superior con caracteristicas diferentes a las nuestras, nos captura tambien la necesidad de salvarnos de nuestros propios "pecados", buscando una forma simple de limpiar nuestra conciencia y que es más facil que el "perdon" de un ser supremo que no puede evitar hacerlo por una especie de axioma... Dios es bueno, todo lo perdona... Yo creo que la constante autoreferencia de los seres humanos creyentes genera conflictos, ya que piensan tener la razon absoluta con respecto al tema. La verdad es una, el conocimiento cambiante, no lo confundan, ya muchos han dicho tener al "Dios verdadero"...