La media hostia

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A Twentydur le gusta Windows. Entiéndase en su justa perspectiva. Windows no tiene nada de malo. No puede pretenderse que un sistema operativo no tenga fallos. Es justo que muchos usuarios busquen un entorno intuitivo y cómodo, como es justo que se reconozca que muchos otros usuarios poco menos que han, hemos, nacido con un ordenador debajo del brazo y que la experiencia informática es intuitiva por definición y sin necesidad de más ayuda.

Lo que el software libre en general y Linux en particular nos da es la libertad absoluta de configurar aquella experiencia informática exactamente a nuestra medida, y no a la medida que hayan decidido los analistas de ésta o aquélla corporación, sea Microsoft, sea Apple.

El otro día descargué una película utilizando BitTorrent. Tenía el inconveniente de que el nivel del sonido era demasiado bajo, casi inaudible. Así que, utilizando VirtualDub, intenté recomponer el fichero mediante una copia simple del flujo de vídeo aplicando un plug-in para subir el nivel del flujo de audio. VirtualDub protestó por no disponer de un codec adecuado para la recomposición de este último flujo. Encontré que el audio estaba codificado en formato AC3 —habitual en un DVD pero, digamos, extraño en un AVI codificado con DivX—. Instalé un codec AC3 pero éste solo resultó servir para DirectX y no para el viejo WfW —lo cual lo hace utilizable con Windows Media Player pero no con VirtualDub. Extraje el flujo de audio e intenté normalizarlo con Audacity pero, he aquí que el sistema operativo, Windows ME, en particular el sistema de ficheros FAT32 que incorpora, limita el tamaño de cualquier fichero a 2GB. Y el WAV resultante de recodificar el audio habría superado este tamaño.

Así que me olvidé de Windows Media Player y de BSPlayer. Descargué mplayer, el cual incorpora un filtro de audio que normaliza el volumen de la película sobre la marcha y mientras se reproduce —no me pregunten cómo un plug-in puede normalizar tratándose de un proceso que habitualmente se realiza en dos pasadas.

Cualquier usuario normal de Windows se habría limitado a apagar el ventilador para poder oir la película. Nosotros los usuarios de software libre oímos las películas con el volumen que nos da la gana. Incluso cuando utilizamos Windows. Y, por supuesto, no vamos a pedir perdón por ello.

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