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April Gornik
El buen arte es vulnerable a las interpretaciones, uno de los principales motivos por los que sigue siendo fascinante y estimulante para las nuevas generaciones. El problema inherente en esto es que el arte puede inspirar comportamientos malignos, tal y como fue expresado magistralmente por Anthony Burguess y Stanley Kubrick en La naranja mecánica. Cuando era joven y aspiraba a ser una artista conceptual, me preocupaba en gran medida no ser capaz de controlar cómo era interpretado mi trabajo. Cuando comencé a pintar, todo fue a peor, ya que incluso no estaba segura de lo que mi arte significaba. En aquel tiempo eso personalmente me parecía peligroso. Con el tiempo llegué no sólo a respetar lo complejo y lo inescrutable de la pintura y el arte sino también a apreciar cómo eso lo fortalece. Creo que las obras de arte han sido animadas por sus creadores y si siempre serán capaces de generar pensamientos, sentimientos, respuestas. No obstante, creo que el hecho es que el efecto preciso del arte de ninguna forma puede ser controlado ni anticipado.
April Gornik es una artista neoyorkina cuyas obras se exponen en la galería Danese. En la fotografía, el famoso Cuadrado Negro de Malevich, una obra que he tenido la suerte de apreciar en vivo y que resulta un excelente ejemplo de aquello de lo que habla el artículo. Éste es parte del libro What is your dangerous idea? de John Brockman. Para Brockman, una nueva idea de un científico no es peligrosa porque asumamos de antemano que es falsa sino porque, por el contrario, podría resultar ser cierta.
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