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Vanesa Rodríguez
Su cabellera y su núcleo es de un brillante color verdoso. Es el cometa C/2009 R1 McNaugth, descubierto el año pasado y que desde mediados de este mes de junio es visible a simple vista en el hemisferio norte. Solo hay que alejarse de la luz de las grandes ciudades.
Mirando al cielo podremos apreciar un «borroncillo», como una estrella borrosa, nada espectacular. Y solo con la ayuda de al menos un pequeño telescopio podremos llegar a apreciar esta 'esmeralda celeste', con su cola y el color de la nube de gas que rodea a su núcleo.
El profesor José María Madiedo, Titular de la Facultad de Ciencias Experimentales de la Universidad de Huelva, explica a rtve.es que el color verde es normal en la coma —cabeza— de estos cuerpos estelares.
«Los cometas cuentan con algunos materiales en su composición que al acercarse al Sol subliman —pasan del estado sólido al vapor—. Otros se ionizan —toman carga eléctrica—». Uno de estos materiales es el cianuro de hidrógeno que al cambiar de estado «es el responsable de este color verdoso».
Madiedo explica que el cometa, que en estos momentos está en su paso más próximo a la Tierra, se acerca cada vez más al Sol y que las horas más propicias para verlo es antes del amanecer, desde lugares oscuros. Dentro de unos días, estará tan próximo a nuestra estrella que se dejará de apreciar en el cielo.
Foto de Michael Jäger. Visto en RTVE.es.
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