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Incluso un bebé recién nacido ya puede tener hijos, tal y como se ha conseguido en laboratorio con ratones. El hallazgo podría servir para tratar la infertilidad.
N. D.
El hallazgo, descrito hoy en Nature, puede ser la antesala de nuevos tratamientos contra la infertilidad masculina. También abre otras posibilidades tenebrosas, como la de que un bebé recién nacido tenga hijos. Eso es exactamente lo que ha sucedido con los ratones del estudio.
Aunque al nacer ningún mamífero puede procrear, sus testículos sí llevan ya la clave para hacerlo. Se trata de células germinales inmaduras que, una vez activadas, iniciarán la maduración que culmina en un vivaracho espermatozoide. Los investigadores, de la Universidad de Yokohama y el Centro de Investigación Riken, intentaron lograr lo mismo extrayendo pequeños trozos de testículos de ratones recién nacidos y colocándolos en una placa de cultivo con temperatura y composición propicias.
Contra todo pronóstico, lograron que las células germinales inmaduras pasasen todas las fases de maduración. Una vez inyectados en hembras los espermatozoides resultantes, estos produjeron camadas de ratones de ambos sexos que estaban sanos y eran fértiles.
En un más difícil todavía, los científicos también lograron obtener espermatozoides a partir de trozos de testículos que habían sido congelados primero y descongelados después.
El trabajo es aún muy preliminar y debe ser repetido. También es necesario explorar más la salud de los ratones resultantes, opinan Marco Seandel y Shahin Rafii, investigadores de la Universidad de Cornell —EEUU—, en un artículo de opinión publicado junto al estudio.
Los dos expertos destacan el potencial de la técnica para futuros tratamientos. Proponen que podría ayudar a niños con cáncer que quedan estériles tras recibir quimioterapia. Los adultos que sufren el mismo problema pueden ya tener hijos si congelan su esperma antes. Si la técnica de los japoneses resultase viable en humanos, se podrían extraer muestras de los testículos de los niños antes del tratamiento, congelarlas y usarlas en caso de que sus testículos ya no puedan fabricarlo.
Visto en Diario Público.
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