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El lector avispado verá al toque una novedad en este blog. El lector desavispado está invitado a mirar con atención el panel derecho. He incluido, y ya tocaba, una lista de todos los blogs que tengo en mi lista de marcadores. Lo de «blogrollo» es una estúpida españolización de cosecha propia para un feo anglicismo igualmente estúpido que el lector con seguridad ya conocerá.
Hay varias formas de entrar en contacto con nuevos blogs. La primera es la de estar al tanto de cuáles son los que todo el mundo visita. Para esto, directorios como el de Bloglines resultan especialmente, ehm, útiles. La segunda es la de visitar los enlaces a quienes publican comentarios en el blog de uno. La tercera, la que reconozco más truculenta, es usar Technorati para localizar aquellos blogs que le enlazan a uno, o que publican artículos con una temática afín a la de los que publica uno.
Por supuesto, la más aburrida y la menos aprovechable es la primera. No es que uno no sienta admiración o incluso sana envidia —asumiendo que exista una envidia sana— por la difusión y la abrumadora cantidad de contenido de fuentes de noticias como Boing Boing, Escolar.net, Microsiervos o we make money not art. Es más bien que a la edad de uno ciertos formadores de opinión a un determinado nivel ya no le sirven de nada.
En cambio las mucho más útiles segunda y tercera vías me han servido para configurar mi propia reserva espiritual de occidente, personalizada en gente como Berlin Smith, Juan Lupión, Santiago Navajas y otros a los que seguro que imperdonablemente en este momento olvido u omito.
Por supuesto, en el caso de Juan esto no es exactamente así, y él y yo lo sabemos.
Me he tomado la molestia de revisar los enlaces para asegurarme de que siguen activos, y también de que el autor de cada uno de ellos le sigue aportando contenido. Los que no cumplían ambas condiciones han sido eliminados. Y bien que me entristece haber eliminado blogs de buenos amigos. Pero, en fin, nunca se sabe, el futuro es caprichoso y tiene la pésima costumbre de acabar presentándose. Sean tan amables de avisar si vuelven.