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Habla el locutor de radio Michael Savage sobre Hillary Clinton.
«Then you have Hillary Clinton, the most Godless woman in the Senate, right out of the Marxist playbook, speaking at the National Hispanic Prayer Breakfast, so as all politicians, suddenly she becomes religious. And here she is opening up her speech to the Hispanics who actually believe in God...»
Hay un primer pequeño problema con todo esto. Hillary Clinton no es atea. Los Clinton son metodistas, han sido metodistas desde hace mucho tiempo, y han afirmado en múltiples ocasiones hasta qué punto la fe metodista ha sido importante en sus vidas. Pero por supuesto, los pequeños problemas se acumulan. De momento, sólo que la fe religiosa de una persona no coincida con la de Savage no la hace atea. Yo soy ateo. Y tengo la certeza de que Savage no sería capaz de reconocer un ateo de verdad ni a quince centímetros de sus narices. Aún más, son demasiados los comentaristas conservadores norteamericanos que atacan a sus adversarios calificándolos de ateos, o al menos negándoles la condición de auténticos creyentes. Sí, piensan que una acusación así es suficiente para descalificar a cualquiera de cualquier consideración seria.
Lo de sugerir que cualquier ateo de nuestros días es irremediablemente marxista es por lo demás sin duda una broma. Las bromas de la derecha son por lo común así de malas.
Foto de NEWSLOSE.com.
lmhHumanismo
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