Haz clic en la imagen para verla a su tamaño original.
El candidato republicano a la presidencia de los Estados Unidos, Mike Huckabee, está aprovechando su campaña durante las primarias para dejar ver el tipo de argumentos que maneja. En realidad, los habituales para un candidato de su partido.
«¿Cree usted en la evolución?» Respuesta corta: «No». Y los seguidores de su partido, por supuesto, encantados. En realidad, se pregunta Huckabee, ¿por qué debería preocuparle algo así? «No estoy escribiendo un currículo para un libro de ciencias de octavo curso». Entre líneas: Los méritos de un candidato a la presidencia de los Estados Unidos no tienen por qué ser mayores que los de un alumno cualquiera de octavo curso. «Si alguien quiere creer que desciende de un mono, es bienvenido a hacerlo.» —¿tan complicado es entender que el hombre no desciende del mono actual, sino que hombres y monos descienden de antepasados comunes?—
El problema real, tal y como se cuenta en Wired, es que si llega a la presidencia, le corresponderá firmar los presupuestos para la comunidad científica, y también que con este discurso está sentando el precedente de que es correcto que desde el más alto nivel de la política se menosprecie a la ciencia de esta forma.
A 1:38 en el clip, Bill Maher, el entrevistador, deja caer un argumento memorable: «Si alguien dice que la tierra fue creada hace 6.000 años, cuando todos los científicos afirman saber que su edad es de miles de millones de años, ¿por qué no deberíamos tener esto en cuenta cuando sopesamos su racionalidad como aspirante al despacho más importante del mundo?»
La respuesta de Huckabee: «Es que, en realidad, nadie sabe cómo de vieja es la tierra».
Ocho años de George W. Bush ya han sido suficientes...
lmhHumanismo
0 comentarios:
Publicar un comentario