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«Melanie y Victor despiertan tras una nochevieja un tanto fuera de control.»
Un problema de salud —la clavícula derecha rota— me ha impedido actualizar el blog durante las últimas tres semanas —cuando un bloguero se muere, ¿le dan a otro su cuenta en Blogger? Espero no olvidarme de incluir la contraseña de mi cuenta en mi testamento—. Por suerte todo empieza a volver a estar en orden.
El año nuevo es tiempo de propósitos. El propósito de este blog es pequeñito; simplemente ser cada vez mejor. Espero poner todo de mi parte para que el pequeño propósito sea alcanzable.
Feliz Año Nuevo a todos mis lectores.
Viñeta de Wulffmorgenthaler.com.
humanismo humor wulffmorgenthaler muerte
Curioso, yo he estado pensando algo parecido estos días. ¿Tienen los blogs fecha de caducidad? ¿Cuánto tiempo siguen colgados en la web desde que dejas de actualizarlo, bien por pereza o defunción? ¿Quedará para siempre en el limbo de los cachés?
El único bloguero de primera línea muerto que yo recuerde fue Eduardo Haro Tecglen. Se le echa de menos.
Muy cierto eso de que se le echa de menos. Y su blog, lamentablemente, lo descubrí post-morten. Hace poco que me dedico a rebuscar en la blogalaxia, no sé por qué, hasta hace unos meses no me había llamado la atención. A veces creo que internet es tan vasto que necesito adentrarme en ella por fases. En cualquier caso, como te comenté en tu visita por el mío, tu blog ha disparado mi empatía, me gusta lo que escribes y como lo escribes, así que me quedaré por aquí, si no tienes inconveniente. :-)
Feliz año nuevo tardio a ti tambien. Yo confio en que google mantenga para siempre las tonterias que vamos poniendo, que mejor forma de crear historia y ser un referente del futuro que que todo el mundo escriba sus pensamientos en tu servidor