La media hostia

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Alexis Madrigal

Para las iguanas tampoco es fácil ser rosa.

Los biólogos han informado de una rara especie de iguana rosa encontrada en un volcán de las Islas Galápagos, genéticamente distinta de sus primos verdes, y probablemente por eso en grave peligro de extinción.

«Esta forma que reconocemos como una especie legítima es muy importante por su legado evolucionario» escriben los autores del reporte de la National Academy of Sciences. «Hasta ahora esta forma rosada es la única evidencia de una diversificación profunda en el linaje de igualas de las Galápagos».

Charles Darwin visitó las Galápagos en 1835 pero no llegó al volcán situado más al norte, el Volcán Lobo, el cual es el habitat de esta especie de iguana rosada. Más tarde, otros viajeros y escolares también han omitido encontrar esta curiosamente cruzada criatura hasta 1986, cuando unos guardas forestales del Parque Nacional de las Galápagos localizaron los animales. Los científicos no han reparado en que se trataba de una especie distinta hasta ahora.

Lo encontrado es sorprendente. En lugar de tratarse de una pequeña variación de la iguana de las Galápagos, el lagarto rosa representa una temprana y distinta rama de su árbol genético. El análisis genómico de la especie sugiere una separación del árbol genético sucedida hace cinco millones de años, mucho más temprana que la de cualquier otra especie de las Galápagos, como los pinzones de Darwin. Además de las diferencias genéticas, las iguanas rosas también realizan de forma completamente distinta sus rituales de apareamiento.

Las iguanas y el resto de las especies del Volcán Lobo están amenazadas por una invasión de cabras silvestres que están devastando la flora natural del área.

Para preservar la diversidad genética, los biólogos escriben que «debería iniciarse un programa de conservación que evalúe el riesgo de extinción de esta especie recién reconocida». Se estima que la iguana ya puede considerarse en riesgo crítico de extinción.

Visto en Pink Iguana That Darwin Missed Holds Evolutionary Surprise, publicado en Wired Science.

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