La media hostia

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Ben Goldacre

Acabo de estar en Radio 4 hablando sobre estudios relacionados con la acupuntura que recientemente han aparecido en las noticias. Puedes escucharme aquí.

Mi material de partida es éste. Hay disponible un informe muy interesante. Han sido utilizadas 1.200 personas que hubieron sufrido de dolores de espalda durante una media de 8 años cada uno. Presumimos que los tratamientos médicos no les han ayudado. Los dividimos en tres grupos; uno que seguirá recibiendo tratamiento médico, otro que recibirá tratamiento con acupuntura en los meridianos correctos, y un tercero que recibirá acupuntura aplicada al azar.

El resultado es fascinante. Se impone un umbral para considerar a un paciente «mejorado» establecido en un 33% de mejora en 3 aspectos de una puntuación, o de un 12% en una escala diferente. Resulta que los que reciben acupuntura tienen el doble de posibilidades de alcanzar el umbral de mejora que quienes reciben tratamiento médico —lo cual era previsible dado que dicho tratamiento ya llevaba fallando 8 años—. Más interesante aún; el grupo que recibe acupuntura fingida, con las agujas aplicadas en lugares al azar con un poco de ceremonia, se comportó igual de bien que quienes recibieron la acupuntura genuina, con toda la teatralidad asociada.

El informe está aquí, y el trabajo académico completo aquí. —N. del T.; probablemente necesitarás una suscripción para descargarlos.—

Ya he escrito antes sobre el placebo, sobre que es más que una píldora inofensiva, a la que se le añade el significado cultural de tratamiento, nuestras expectativas, y más cosas. Merece la pena observar los resultados con la acupuntura en ese contexto.

Esto escribí la semana pasada sobre el tema:

«En sí mismo, no hay nada incorrecto en tratar algo con pastillas de azúcar. El efecto placebo puede ser realmente potente, porque no se trata sólo de la pastilla. Se trata del significado cultural que le damos al tratamiento. Así que sabemos de la investigación que cuatro pastillas de azúcar al día son más efectivas que dos cuando tratamos una úlcera de estómago. Y esto no es algo subjetivo, es algo que comprobamos metiendo una cámara en el dichoso estómago. Sabemos que inyecciones de agua salada son un tratamiento más efectivo que pastillas de azúcar. Pero no porque el agua salada sea médicamente más activa que el azúcar, sino porque las inyecciones son una intervención de más dramatismo. Sabemos que las pastillas de azúcar verdes son más efectivas que las rojas, pero no por un efecto biomecánico del colorante, sino por el significado cultural que para nosotros tienen los colores verde y rojo. Sabemos que incluso el empaquetado cura.»

Merece la pena esta lectura que compara dos placebos diferentes; una píldora contra un ritual elaborado que utiliza un dispositivo médico —diseñado a partir de la acupuntura—. Se demuestra que cuanto más elaborado es el ritual, más efectivo es el placebo.

Más aún. Creo que el caso del dolor de espalda es increiblemente interesante. En el 90% de los casos no es posible determinar una causa. Y sabemos que cosas como la presión psicológica, los problemas laborales, descanso inadecuado o síntomas depresivos son factores de riesgo para transformar un dolor temporal en una enfermedad crónica. No hay duda de que una mejor educación —haz deporte, evita actividades sedentarias, evita determinados ejercicios— son útiles.

Así que el dolor de espalda es claramente un problema que requiere más que un simple tratamiento farmacéutico. La cuestión es si rituales placebo como la acupuntura, elaborados, teatrales, caros, constituyen un uso eficaz del presupuesto, o si pueden contemplarse intervenciones psicosomáticas más prácticas, baratas, honestas que sean más apropiadas y más efectivas.

Esta es una excelente reseña de las causas y los tratamientos para el dolor de espalda, que resaltan la evidencia de lo que influye mantenerse activo, evitar la vida sedentaria, y otros factores psicosociales para evitar que los dolores pasen de agudos a crónicos. He extraído algunas citas clave, para aquellos a los que les da pereza seguir los enlaces.

«¿Cuáles son los indicadores más importantes para el dolor crónico?»

«La temprana identificación de pacientes con dolores lumbares candidatos a una inhabilitación o una baja laboral es en la teoría y en la práctica importante porque pueden desarrollarse intervenciones tempranas y específicas en este subgrupo de pacientes. Esto es de especial importancia dado que la posibilidad de una recuperación en este tipo de pacientes es inferior cuanto más se alarga la duración del problema.»

«La transición entre un dolor lumbar agudo a crónico parece complicada, y factores individuales, psicosociales y relacionados con el entorno de trabajo tienen todos su importancia. En este respecto, cada vez mayores evidencias indican la importancia de los factores psicosociales. Un estudio sistemático recientemente publicado demuestra que el estrés, el humor depresivo y otras somatizaciones están asociadas al riesgo de desarrollar un dolor lumbar crónico.»

(...)

«¿Cómo de efectivos son los tratamientos para el dolor lumbar agudo?»

«La evidencia de que las drogas antiinflamatorias no esteroides alivian el dolor mejor que los placebos es fuerte. Mantener una vida activa acelera la recuperación y reduce la posibilidad de que el dolor pase a ser crónico. Los relajantes musculares también alivian el dolor mejor que los placebos tal y como también demuestra la evidencia, aunque existe la posibilidad de efectos secundarios. Hay una clara evidencia también de que el descanso nocturno o ciertos ejercicios específicos (...) no son tan efectivos. Estas intervenciones se demuestran tan efectivas como ciertas variedades de placebo, o incluso como no recibir tratamiento en absoluto. Hay una evidencia moderada de que ciertas manipulaciones en la columna y otros tratamientos del comportamiento y multidisclipliares son efectivos para aliviar el dolor lumbar agudo. Finalmente, no existe evidencia alguna de que otro tipo de intervenciones, como masajes o acupuntura, sean en absoluto efectivas para aliviar el dolor lumbar.»

Visto en Bad Science.

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