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Hay formas y formas de despedirse de la alta competición, y curiosamente este año hemos tenido despedidas de lo más diversas. Desde la de Zidane, fenómeno mediático sin precedentes en la historia del fútbol —aunque, por supuesto, cuando Maradona no existía YouTube— hasta la más discreta de Agassi —injustamente no-premiado con un no-premio Príncipe de Asturias—.
De momento, la más espectacular ha sido la de Michael Schumacher. Sus opciones para ganar el título eran mínimas, y menores aún tras los varios errores durante la clasificación y el inicio de la carrera. Después, realizó una de las más espectaculares remontadas que se recuerdan, culminada por el más espectacular y difícil adelantamiento que recuerdo desde que tengo uso de razón —automovilísticamente hablando— a Raikkonen por dentro y a falta de dos vueltas.
Actualización: El adelantamiento, por fin en YouTube.
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