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Enrique Dans comenta las sugerencias de Jakob Nielsen para conseguir más comentarios en un blog. Me reconozco completamente de acuerdo con Enrique —¿con tilde en la i?— en lo de considerar los comentarios como la auténtica vida de un blog, y en considerar un buen blog como aquel que sitúa un determinado nivel de análisis sobre aquellos temas que trata como para permitir que sean otros los que lo enriquezcan. A la manera de monsieur Dans, comento los diez puntos y no me limito a copiárselos ni a traducirlos:
Invita a comentar: La forma más sencilla de obtener comentarios es pedirlos. En efecto, esto resulta confuso para el autor de un blog, pues sus lectores suelen saber perfectamente que es posible comentar. Considérese análogo al comportamiento de una mujer en la intimidad: Por muchas ganas que tenga de besarte, siempre esperará a que tú lo hagas.
Haz preguntas: Relacionado con el anterior. En mi opinión, la forma más rápida y segura de resultar cargante —el estilo Barrapunto—. Mi idea de la elegancia en este caso es buscar la forma de preguntar sin la necesidad de utilizar los signos de interrogación. A veces, por supuesto, no habrá otro remedio.
Deja finales abiertos: No decir todo lo que podría decirse sobre un determinado tema, para que sean otros quienes lo hagan. Dominar este método se me antoja la madre del cordero.
Interactúa con los comentarios: Curiosamente, tanto el método Espada —no aparecer ni en pintura entre cientos de comentarios— como el método Escolar —continuar metiendo caña entre los comentarios al mismo nivel que en el artículo— aparentan posibilidades de éxito. En mi opinión no sirve de demasiado activar la posibilidad de comentarios en un blog si uno no está dispuesto a algo de diálogo.
Marca los límites: Establece claramente lo que es aceptable y lo que no. Reconozco que en el pasado he tenido el gatillo demasiado suelto contra comentarios que simplemente debería haber ignorado —o incluso borrado— y me propongo mejorar esto en el futuro. Llevado al extremo, según Nielsen, establecer una política de comentarios aumenta automáticamente los mismos, afirmación que me parece demasiado optimista.
Sé humilde: «Tus lectores siempre saben más que tú.» En este sentido tengo un problema: Soy extremadamente humilde pero escribiendo parezco lo contrario. Me propongo rectificar esto, pero no garantizo nada.
Admite los errores: Reconozco que correcciones a algunos de mis artículos me han hecho escribir nuevos artículos y esto me ha granjeado comentaristas fieles. Un muy buen consejo.
Sé controvertido: Sin abusar y sin caer en el amarillismo. Es un equilibrio que me resulta difícil, generar mis propias controversias, que no lo sean sólo por serlo, y no redundar en controversias ajenas en las que me resultará difícil defender los postulados que acaban tocándome. Si se me admite deformar este consejo: No seas controvertido, a no ser que te encuentres extremadamente cómodo siéndolo.
Recompensa los buenos comentarios: Bien simplemente escribiendo «buen comentario» o «interesante punto de vista» bien incluso premiándolos con un nuevo artículo dedicado. Como en un punto anterior, reconozco haberlo hecho y haberme ganado lectores y comentaristas fieles. Sigue este consejo.
Haz fácil comentar: En mi opinión es una obligación. No soporto los captchas, me molestan algo los blogs en los que se moderan los comentarios —corres el riesgo de que el comentarista sospeche de censuras— y el spam es relativamente fácil de controlar. Estos elementos «provocan "pereza mental" en el comentarista.» como acertadamente expone Dans.
A estos diez comentarios añadiría uno más que me sorprende no encontrarme —aunque realmente, en inglés no tiene sentido—:
Utiliza la segunda persona: Ya bromeé con esto con anterioridad. Sin embargo, en dos años de bloguero, creo haber aprendido que escribiendo de yo a tú, haces que el potencial comentarista se sienta más cómodo.
¿Conseguirás más comentarios siguiendo estos consejos? Según un estudio, el 90% de usuarios de una comunidad online son lurkers —leen pero no aportan— con un 9% de usuarios que aportan en cierta ocasión y sólo un 1% de usuarios que aportan activamente. El artículo que sugiere los consejos tiene 126 comentarios, mientras que el contador de lecturas diarias del blog marca las 9296. La infalible cuenta de la vieja nos da un 1,4% de comentarios, es decir, sólo un 0,4% más que el porcentaje previsto de usuarios activos. ¿Merece entonces la pena tomarse la molestia?
En mi opinión, sin duda.
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