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Los anillos de Saturno podrían estar compuestos por los restos de un viejo satélite. Una nueva y atrevida teoría para explicar la apariencia de un planeta que nos fascina.
Redacción
El sistema de anillos de Saturno es único. Su origen es un misterio, pues nadie ha logrado explicar por qué los millones de trozos de hielo que los forman están compuestos de agua hasta en un 95%, una pureza inusitada.
Las dos teorías dominantes no logran explicar en detalle cómo se formaron estos discos, que juntos formarían un satélite de unos 500 kilómetros de diámetro, según explican Aurélien Crida y Sébastien Charnoz, astrónomos del Centro Nacional de Investigación Científica de Francia.
La primera hipótesis sostiene que los discos de hielo son restos de una antigua luna que pudo reventar hace millones de años. Saturno tiene 61 lunas, entre ellas Titán, que tiene atmósfera propia. La segunda opción sería que los anillos sean escombros de la formación del propio planeta.
Ahora, una nueva teoría enriquece la primera hipótesis. Su autora es Robin Canup, una astrofísica del Southwest Research Institute —EEUU— que ha desarrollado un nuevo modelo informático capaz de explicar cómo se formaron los anillos.
Su teoría se basa en la fuerza gravitacional que ejerce Saturno. El influjo es similar al que tiene la Luna sobre las mareas en la Tierra.
Según Canup, todo comenzó cuando un satélite del tamaño de Titán, cuyo diámetro es la mitad que el de la Tierra, entró en el campo gravitacional de Saturno y comenzó a girar en torno suyo, en una zona que entonces estaba ocupada por un cinturón de gas.
El empuje comenzó a desnudar a esa luna del grueso manto helado del que estaba cubierta hasta dejar visible su núcleo de silicatos. Este continuó su avance hacia Saturno hasta que quedó sepultado dentro de su densa atmósfera de gas.
«El modelo de Canup ofrece por primera vez un punto de partida convincente para explicar el origen de los anillos», opinan Crida y Charnoz en un comentario publicado junto al estudio original. Apuntan que ahora queda explorar cómo otros satélites y lunas se han ido formando en las afueras de los anillos para después migrar hacia el interior del sistema.
Visto en Diario Público.
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