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Podría considerarse normal que sea difícil de entender el posicionamiento político de UPyD, el partido de Rosa Díez, Fernando Savater, y otros. Al fin y al cabo el liberalismo ilustrado es anterior a la Revolución Francesa y, por tanto, anterior a la convención de separar a los partidos en derecha e izquierda. Pero una cosa es malentender y otra cosa muy distinta es la mala voluntad política. Para el PP, UPyD es una risible escisión del PSOE, cuando en realidad debería avergonzar que una formación liberal, en la acepción ilustrada de la palabra, no haya surgido de sus propias filas. Para el PSOE o IU, UPyD son simples fascistas. Si el intento de que la política vuelva a tener un significado práctico, directamente pendiente de los problemas reales de los ciudadanos, es fascismo, pues que viva el fascismo.
En Valladolid, el cabeza de lista por UPyD es Luis Fernando Sanz, circunstancialmente buen amigo mío. Así que, si quedan indecisos por allí, que valga mi sugerencia de darle sus votos. La entrevista con Luis Fernando fue publicada por el diario Gente en Valladolid hace unas semanas.
Abogado y profesor, ¿cómo se mete en política?
Ante todo soy un ciudadano que pertenece a ese numeroso grupo de españoles que en los últimos años hemos ido observando cómo el panorama político español se iba degradando, y hay que dar un paso al frente e implicarse activamente en el cambio. Nos encontramos ante dos partidos mayoritarios incapaces de alcanzar un consenso en cuestiones vitales. Los pocos consensos que existieron, como en materia de lucha antiterrorista, se rompieron hasta llegar a un sistema bipartidista imperfecto en el cual no se reflexiona sobre lo que plantea el adversario, sino que se plantea un no rotundo olvidando lo fundamental en la política que es el interés de los ciudadanos.
¿Qué líneas maestras siguen?
Aquello que nos unía a todos ha ido desapareciendo y estamos viviendo episodios de radicalización que deben desaparecer. Creemos necesario regenerar la vida democrática y recuperar los consensos en los grandes temas, como es el caso de la reforma del poder judicial y el Tribunal Constitucional para que no sean meros apéndices de los partidos mayoritarios o la recuperación de las competencias de educación por parte del Estado. Ideológicamente somos un partido transversal, es decir, creemos que los conceptos de izquierda y derecha son decimonónicos y en la actualidad no solucionan los problemas reales de los ciudadanos.
¿Qué puede aportar UPD a la política vallisoletana?
No tenemos visión localista, entendiendo que lo que es bueno para Valladolid lo es también para Castilla y León y el conjunto de España. Si me preguntan si defiendo que para Valladolid existan comunicaciones por autovía con todas las provincias de la comunidad y otras regiones del Cantábrico, por supuesto lo defiendo, pero porque es bueno para todos. Es posible construir en beneficio de todos.
Las encuestas les dan un diputado...
Nuestra convicción es que van a ser más. Aspiramos a tener grupo parlamentario en el congreso.
¿Y cómo van a conseguirlo?
Tenemos una precariedad económica —nadie nos ha querido financiar esta campaña—, nuestra aparición en los medios no es constante... Pero vamos a hacer una campaña próxima al ciudadano, acercándonos y exponiéndoles nuestras ideas y motivos. A través de este contacto directo podemos darnos a conocer.
¿Estamos mejor o peor que hace cuatro años?
Los pactos del PSOE con los nacionalismos radicales, la política de enfrentamiento entre los territorios, cuando lo importante son las personas, ha colocado a españa en una situación complicada donde no existe un modelo territorial claro, donde la educación no es común... La situación ha empeorado, sobre todo teniendo en cuenta la negociación con ETA rompiendo un consenso fundamental, el pacto antiterrorista al que hay que volver cuanto antes.
Polaridad, descontento, abstención, ¿a quién beneficia?
Perjudica a todos los ciudadanos. Los partidos mayoritarios son maquinarias electorales formadas en sus cuadros por políticos profesionales, así que no creo que les importe demasiado quien va a estar en el poder, ya que la alternancia política en un sistema bipartidista siempre se acaba dando. Es un bipartidismo imperfecto en el que el sistema electoral prima a los partidos nacionalistas y porque no existen sólo dos españas, existe otra que no está ni de un lado ni del otro. Lo importante es que todos los ciudadanos se manifiesten el 9 de marzo ejerciendo su derecho al voto, sea cual sea su opción.
upyd valladolid
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