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En la madrugada de ayer fallecía Sergio Luyk de una terrible forma de Cáncer. El hijo del gran Clifford había sido jugador de baloncesto en Forum Filatélico de Valladolid, Real Madrid y Breogán Lugo. Su muerte, como toda muerte de toda persona joven, es una anomalía que nos llena de desazón. No es esto, sin embargo, de lo que quiero escribir ahora.

Ayer tarde Telecinco emitía su popular Pasapalabra. Uno de los invitados al programa era la bellísima hermana de Sergio, Estefanía Luyk. El programa estaba por supuesto grabado desde hace días, cuando probablemente nadie de la familia esperaba un desenlace tan trágicamente temprano. Está muy en la línea de Telecinco decidir emitir el programa en el que Estefanía aparece grabada haciendo el gilipollas mientras en ese momento está incinerando a su hermano. ¿De verdad en el archivo de Telecinco no tienen nada con lo que rellenar una hora de tiempo de emisión para evitar faltarle el respeto de esta manera a una familia entera? Seguramente no. Estamos hablando de una cadena que edita el audio de sus encuentros con el Rey de España para que parezcan estar haciéndole preguntas que en realidad no le están haciendo.

Que en Telecinco saben mucho más de marketing que de televisión lo sabemos desde hace mucho tiempo. Puede que el mínimo de ética exigible no lo hayan perdido hace tanto. Creo que en cualquier caso va procediendo evitar sintonizar su basura. Y que sean los anunciantes los que les castiguen.

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