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El físico y ganador del premio Nobel Steven Weinberg escribe para la New York Review of Books un ensayo sobre el ateísmo; Without God. El Dr. Weinberg identifica las cuatro tensiones que enfrentan a ciencia y religión.
- La ciencia elimina la necesidad de lo sobrenatural como explicación del mundo.
- La ciencia descubre que La Tierra y el hombre no ocupan un lugar especial en el universo.
- La religión rechaza la definición de leyes naturales que entren en conflicto con las «infinitas habilidades» de Dios.
- La ciencia establece un paradigma en el que ningún conocimiento es infalible.
Una excelente lectura.
Lentamente, la ciencia ha venido explicando cosas que se consideraban en el dominio de Dios. Nada de lo que antes considerábamos sobrenatural ha resultado serlo en realidad. Cuanto más sofisticados son nuestros instrumentos de medida, más misterios resolvemos. De persistir, probablemente acabaremos explicando el origen de la vida y descubriendo que se trataba de un proceso natural. Simplemente ya no necesitamos la idea de un Dios para explicar el mundo que nos rodea.
Podemos vivir en un mundo sin Dios.
La religión fue inventada antes de que la humanidad fuese capaz de explorar adecuadamente y de probar qué cosas eran ciertas. Ofrecía explicaciones en forma de poderosos dioses para explicar fenómenos significativos como la salida del sol, lo que llevó a que ritualizásemos peticiones en consideración con la sucesión y la importancia de dichos fenómenos; «haz que llueva», «haz que mi mujer quede embarazada». Incrustados en nuestras mentes como la auténtica causa tras todo fenómeno, los dioses a los que pedías ayuda se convertían en fuerzas que debían ser constantemente obedecidas.
La verdad religiosa puso los cimientos de las reglas sociales y nos dio razones para adherirnos a ellas; conten la codicia, no asesines, no violes, no robes. Nos facilitó también avanzar hacia objetivos sociales como el matrimonio, la familia, etc. Realmente cumplió este propósito durante eras oscuras de nuestra historia.
El conocimiento genuino producto de la ciencia elimina por completo el impulso sobrenatural hacia un comportamiento social, pero no la necesidad. Cualquiera con el suficiente nivel intelectual puede prescindir de Dios y estar de acuerdo en que nos beneficiamos de vivir en una sociedad civil, saludable y cooperativa y que estamos de acuerdo en aceptar los contratos sociales que hacen que ocurra.
Pueden vivir en un mundo sin Dios.
El otro gran uso de la religión es como antidepresivo. Vivir sin propósito significa algo dramático para la mente humana, siempre tan susceptible al miedo de no ser en realidad algo más grande. La creencia te permite mantenerte mientras no estás seguro de seguir el camino correcto, o incluso de que hay un camino. La creencia también es un atajo que elimina la necesidad de plantearse las propias prioridades y de llegar a una decisión sobre cómo vivir la propia vida basándose en una reflexión personal. ¿Necesitamos que tenga un significado? Seguro, o nos volvemos majaretas. Pero no vayas por el camino fácil. Que sea la razón la que le dé un significado a tu vida, actúa según él, y refínalo según tu perspectiva se hace más amplia.
Puedes vivir en un mundo sin Dios.
Que no te abrume la recién descubierta falta de propósito en tu vida. Simplemente redirige tu idea de lo maravilloso a donde realmente debe estar. Es lo que la ciencia hace por todos nosotros.
Visto en Topic Agnostic.
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