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El milano negro, un pájaro depredador habitante del Parque Nacional de Doñana, aprovecha la contaminación, en particular los restos de plástico blanco, para equipar sus nidos.
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Ismael Valladolid
Era la forma del gran George Carlin de meterles el dedo en el ojo a los ecologistas. Esos representantes de una falaz forma de progresismo en realidad tan sierva de los lobbies y tan poco atenta a los descubrimientos científicos como el conservadurismo más rancio. No se quedaba ahí. Sobre la contaminación, afirmaba:
«Es un sistema que se corrige a sí mismo. El aire y el agua se recuperan. La tierra se renueva. Vale, el plástico no es degradable. Pero tranquilos, el planeta simplemente incorporará el plástico en un nuevo paradigma: la tierra más plástico.»
Como broma, genial. Si bien, querido Carlin: si las especies tienen que aprender a vivir rodeadas de plástico, ¿de verdad pensabas que la propia evolución no se encargaría de aprovecharlo?
Los milanos negros, un pájaro depredador, tienen un estilo decorativo extraño. Adornan sus nidos con pedacitos de plástico blanco. Según un estudio, es una forma de avisar al resto de aves de que el propietario del nido está listo para la lucha.
Estos milanos negros, de tamaño medio, viven en Europa y en Asia. En España disfrutamos de poblaciones en el Parque Nacional de Doñana, en Andalucía. Fabrizio Sergio, investigador del Departamento de Biología de la Conservación en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas en Sevilla, es el responsable del descubrimiento. Machos y hembras construyen juntos el nido, y le añaden piezas de plástico blanco antes de que la hembra ponga sus huevos. «Es una característica que podría haber aparecido después de que llegase el hombre» afirma Sergio a LiveScience. Es posible que antes de usar plástico, la especie emplease plumas de otros pájaros. «En realidad no lo sabemos».
Tampoco están seguros de qué quieren exactamente los pájaros al usar plástico blanco. Otras especies de aves e incluso peces utilizan objetos o estructuras decorativas en sus asentamientos para atraer parejas. El Tilonorrinco macho, una especie oceánica de pájaro, llega incluso a construir estructuras que generan una ilusión óptica que les hace parecer más grandes ante sus potenciales parejas. La diferencia, tremendamente curiosa, es que los milanos crean la decoración después de emparejarse. Es decir, contra lo que sucede con casi las otras especies, el objetivo de la decoración no es el cortejo.
Sergio y sus colegas llevan décadas observando a los milanos de Doñana. Han descubierto que casi el 80% de los nidos incluyen decoración, y que los pájaros la adoptan unos 20 días antes de la puesta de huevos. Tanto los machos como las hembras buscan plástico para hacerlo. Cuando los investigadores les dan a elegir plásticos de colores, parecen rechazar todos ellos excepto el blanco. Y el uso del plástico está asociado a los picos reproductivos. Los pájaros demasiado viejos, los demasiado jóvenes, y los que viven en nidos de demasiada poca calidad, simplemente lo rechazan.
Los investigadores sospechan que los pájaros usan el plástico para sentenciar ante sus semejantes que han conseguido realizar su nido sobre un territorio de calidad y que están dispuestos a defenderlo. Una especie de señal de «prohibido el paso». Para comprobarlo, Sergio y su equipo añaden plástico blanco a distintos nidos. Esto parece marcar esos nidos como objetivo, y se convierten en el blanco del ataque de los machos dominantes.
«De hecho, algunos individuos quitaban el plástico que nosotros añadíamos, y de nuevo eran los demasiado jóvenes y los demasiado viejos.»
Así pues, la decoración blanca es una señal territorial. Cuando otros pájaros ven que ha aparecido nuevo plástico blanco en un nido, se acercan a comprobar la validez de la señal. ¿Este pájaro se está tirando un farol? ¿Puede realmente defender su fantástico nido? Sin duda, el propietario será puesto a prueba, y sólo conservará su hogar si realmente puede demostrar su fuerza y vencer a los intrusos.
Hay otra hipótesis. Los pájaros podrían estar utilizando el plástico blanco simplemente para que no puedan verse sus huevos a vista aérea. En este caso, los pájaros demasiado jóvenes o demasiado viejos tendrían menos plástico simplemente porque los machos dominantes se lo roban.
Una curiosa y fascinante broma evolutiva. Justo en el momento en el que empezamos a prescindir de bolsas de plástico en nuestros centros comerciales. ¿Qué será entonces del milano negro? Que nadie dude de que en pocas generaciones encontrarán una forma nueva y mejor de equipar sus nidos. Y probablemente tan sorprendente como ésta.
Foto de Fabrizio Sergio para Mother Nature Network.
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