La media hostia

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«En los últimos años, han surgido de la moda muchas —demasiadas— redes sociales. Me sentí bastante excitado cuando aprendí sobre ellas por primera vez. Advogato era todo lo cool que se podía ser, y cuando alguien me etiquetó como master —a pesar de que la mayoría me tenía como journeyer o IIRC, y ese era el que yo creía mi nivel— me sentí bastante inspirado.

Entonces llegó Friendster, y luego Orkut. Perdí demasiadas horas con ellas, y me sentía realmente feliz —y sorprendido— encontrar a tantos de mis amigos, muchos de los cuales creía fuera de mi radar durante demasiado tiempo.

Pero entonces todo el mundo empezó a crear redes sociales para recordar fechas de cumpleaños, encontrar a quienes les gusta la misma música —o libros, o lo que sea—. Y luego la tontería esa de Twitter.

Lo siento. No juego más. Estoy hastiado.

Puede que me haya hecho viejo y vuelto vetusto, pero incluso ya no respondo a invitaciones para formar parte de redes sociales. Y lo siento —no es que no me preocupe por ti, no es que no me gustes—. Pero no me gusta perder mi tiempo creando otro-mapa-más de mi siempre-los-mismos grupo de amigos.»

Traducido libremente de Gunnar Wolf.

lmhHacking

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