La media hostia

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Pablo H. Breijo

Es la única parte de la estatua de la Virgen María que quedó entre las ruinas de la catedral de Urakami —Nagasaki— tras el bombardeo sobre la ciudad japonesa del 9 de agosto de 1945. Desde aquel fatal suceso han pasado 65 años. Con motivo de este aniversario, el arzobispado de Nagasaki ha organizado «una peregrinación por la paz», que llegará a España el próximo mes de abril.

La cabeza de la Virgen, conocida como «Bombed Mary» —«María bombardeada»— peregrinará en primer lugar a Guernica —Vizcaya—. Allí se encontrará con una imagen de la Virgen que también fue rescatada de una iglesia tras el bombardeo del 26 de abril de 1937. Una peregrinación de la que el obispo japonés Mitsuaki Takami espera que «no sólo dé a conocer a la gente el sufrimiento causado por las bombas atómicas, sino que también se convierta en un llamamiento por la paz usando métodos no violentos». Tras la localidad vasca, la imagen mariana visitará diversas ciudades españolas antes de viajar a Roma, donde los peregrinos serán recibidos en audiencia por el Papa Benedicto XVI.

En este sentido, monseñor Takami y monseñor Atsumi Misue, obispos de Hiroshima y Nagasaki, respectivamente, pidieron hace unos días en una declaración conjunta la abolición de las armas nucleares en todo el mundo. Los prelados, amparándose en que «Japón es el único país que ha sufrido ataques nucleares», pidieron en su mensaje que el «presidente de los Estados Unidos, el Gobierno japonés y los líderes de otros países hagan los máximos esfuerzos para abolir las armas nucleares».