La media hostia

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Ya sólo le falta el nazismo, la oposición al uso de preservativos en África... ¿Me dejo algo?

Darío Menor

La pederastia no tiene sitio dentro de la Iglesia. Benedicto XVI volvió ayer a condenar sin ambages los casos de abusos sexuales a niños cometidos en Irlanda por parte de sacerdotes y subrayó que la Iglesia «nunca dejará de deplorar» estas prácticas.

Con motivo de su discurso al Pontificio Consejo para la Familia, el Papa adelantó algunos de los puntos que tratará en su próxima carta a los católicos de Irlanda sobre los abusos cometidos por sacerdotes y religiosos en aquel país. «Los derechos de los menores son violados a menudo, también por hombres de la Iglesia», reconoció el Pontífice. «Las duras palabras de Jesucristo contra quien escandaliza a un menor nos comprometen a todos a no bajar nunca el nivel de respeto y amor. Por eso la Convención sobre Derechos de la Infancia ha sido acogida con entusiasmo por la Santa Sede, ya que cuenta con puntos positivos sobre la adopción, la prestación sanitaria, la educación, el cuidado de los minusválidos y la protección de los pequeños contra la violencia, el abandono y la explotación sexual y laboral», recordó Benedicto XVI.

Tras mostrar su «tolerancia cero» con los casos de pederastia, el Papa criticó a los Gobiernos que no aprueban leyes que defiendan el derecho de los niños a tener una familia «unida y armónica». «La familia, fundada sobre el matrimonio de un hombre y una mujer, es la ayuda más grande que se pueda ofrecer a los niños. Ellos quieren ser amados por una madre y un padre que a su vez se amen ellos también». Los menores, añadió el Pontífice, necesitan convivir con los dos progenitores ya que ambos tienen características complementarias que permiten el perfecto desarrollo «personal y de su identidad» de los menores. Por el contrario, las disputas y el divorcio tienen «consecuencias» en los niños, explicó.

Visto en La Razón.